Para este ejercicio final dentro del curso he optado por la primera opción, por lo que voy a compartir con todas y todos mis reflexiones a cerca de qué podemos hacer como empleadas y empleados públicos para impulsar la igualdad de trato y no discriminación. Primero debo comentar la suerte que tengo, ya que en mi puesto de trabajo no me he enfrentado todavía a ninguna situación discriminatoria, al menos que pudiese calificar como grave, intencionada o consciente. Como tuve ocasión de comentar, yo mismo tengo la condición de persona con discapacidad, y en ningún caso he sentido nunca, ni por parte de mis compañeros ni de mis superiores, un trato discriminatorio, siquiera leve, hacia mi persona. Más al contrario, solamente he encontrado facilidades, tanto por mis compañeros, pues tienen en cuenta mis necesidades especiales en determinados momentos, como por parte de mis superiores, quienes me facilitan al máximo el desempeño de mis funciones y se adaptan a los momentos en los que tengo qu...